Foto Luciano Marcato
Paula Leiva Granger
Soy pintora,profesora,ilustradora y calígrafa,tengo una larga vida profesional,colaborando con diferentes galerías, universidades privadas,centros culturales públicos, medios, publicaciones y eventos, alrededor del mundo.
Realicé mis estudios en la Escola Massana, Barcelona.
Me produce un gran placer pintar, acompañar y educar con amor a mirar los objetos, la luz, descubrir la forma, mezclar color, dibujar el cuerpo humano y la naturaleza, compartir el arte.
Realicé mis estudios en la Escola Massana, Barcelona.
Me produce un gran placer pintar, acompañar y educar con amor a mirar los objetos, la luz, descubrir la forma, mezclar color, dibujar el cuerpo humano y la naturaleza, compartir el arte.
Sobre mi trabajo:
«Refinamiento, exquisitez cromática, simplicidad formal, libertad compositiva, aplanamiento de la perspectiva, el vacío como valor estético, la mutación estacional… son atributos clásicos de la pintura japonesa que Paula Leiva adapta a sus propias inquietudes artísticas, a su idea de la belleza y del paso del tiempo.
Pan de oro tapizando los fondos sobre los que se enmarcan delicadas composiciones frutales y vegetales nos remiten a la tradición de la pintura decorativa rinpa y de las cuatro estaciones (shiki-e).
Lo atemporal (simbolizado en las superficies doradas) acoge en su seno la no-permanencia, la expresión cíclica de la naturaleza.
En cuanto a los cuadros de mujeres en actitudes ensimismadas, con cabelleras azabache que contrastan con las carnaciones marfil o ligeramente atezadas, nos recuerdan otro género pictórico nipón, el bijin-ga, representaciones de geishas y cortesanas en escenas de tocador.
Son estampas urbanas del mundo fluyente, donde el gesto cotidiano denota cierto repliegue existencial, donde el intenso carmín y el amarillo argénteo nos adentran en impases anímicos, en momentos de reposo donde el vacío se llena de intensidad emocional.»
Pan de oro tapizando los fondos sobre los que se enmarcan delicadas composiciones frutales y vegetales nos remiten a la tradición de la pintura decorativa rinpa y de las cuatro estaciones (shiki-e).
Lo atemporal (simbolizado en las superficies doradas) acoge en su seno la no-permanencia, la expresión cíclica de la naturaleza.
En cuanto a los cuadros de mujeres en actitudes ensimismadas, con cabelleras azabache que contrastan con las carnaciones marfil o ligeramente atezadas, nos recuerdan otro género pictórico nipón, el bijin-ga, representaciones de geishas y cortesanas en escenas de tocador.
Son estampas urbanas del mundo fluyente, donde el gesto cotidiano denota cierto repliegue existencial, donde el intenso carmín y el amarillo argénteo nos adentran en impases anímicos, en momentos de reposo donde el vacío se llena de intensidad emocional.»
Written by Anna Adell, Setdart.com
27 junio 2014
27 junio 2014